Estás conduciendo cuando de repente oyes un estruendo, un crujido o incluso un silbido. Estos ruidos pueden indicar todo tipo de problemas en tu vehículo, desde lo más insignificante hasta lo más grave.

Cualquier tipo de ruido diferente que tu auto empiece a hacer no significa que sea un problema, pero tampoco que esté bien. Por ello, es importante identificar cualquier sonido que tu auto pueda realizar.

En Autofin no solo te ofrecemos el mejor financiamiento para comprar un auto también queremos ayudarte a identificar los ruidos más comunes de un vehículo y lo que pueden significar.

1. Crujido

Los frenos se desgastan con el tiempo. El primer sonido que vas a oír indica que es un crujido, luego eso se convertirá en un fuerte estruendo según comentan especialistas en reparación de automóviles. Esa es una de las cosas con las que no quieres jugar, porque los frenos son fundamentales para tu seguridad.

Apenas ocurra esto acércate al mecánico de tu confianza.

2. Tictac

Cada vez más, los intervalos de cambio de aceite sugeridos para un auto están muy alejados. Y a veces, las personas se olvidan de llevar su auto cuando se supone que deben hacerlo. Sin embargo, no vigilar el aceite puede causar grandes problemas. Un sonido sordo del motor suele ser uno de los indicadores de que se está acabando el aceite. Y por supuesto, ese es el corazón del vehículo. El motor se estropea muy rápido sin aceite.

3. Estruendo

Las personas con autos con tracción delantera se darán cuenta de que sus vehículos hacen un ruido extraño cuando hacen un giro brusco o aceleran.

El agua puede entrar en las uniones que permiten a los neumáticos girar, causando que se pudran ¿Otra posible causa del ruido? Los tubos de escape están protegidos por escudos térmicos que a veces se sueltan y generan este sonido. El estruendo también podría indicar problemas con el silenciador o los frenos.

4. Bum bum

Si empiezas a oír un ruido de "bum bum bum" cuando pasas por encima de los baches, suele ser un buen indicador de que algo en la suspensión (un puntal o un amortiguador) se ha estropeado. Una vez más, eso es algo que querrás solucionar porque los puntales y los amortiguadores te ayudan a tener control mientras conduces el vehículo.

Mientras tanto, un bum fuerte podría significar que algo se ha roto físicamente, como una rótula o la suspensión, lo que podría causar que pierdas el control.

5. Lloriqueo

Si tu transmisión automática hace un ruido notable, eso es generalmente algo malo. Cuando lo pones en marcha, no deberías recibir ningún golpe o un bang fuerte cuando ocurre. Y cuando estás conduciendo el vehículo, tampoco se debe oír ningún lloriqueo. Cualquiera de esas cosas son señales de que algo está mal con la transmisión.

6. Ruido de los neumáticos

Con el tiempo, las personas se acostumbran a los sonidos que hacen sus autos, por lo que puede que no noten un ruido que se produzca gradualmente. Por ejemplo, si escuchas ruidos provenientes de tus neumáticos, podría indicar que hay un problema con la alineación o la suspensión. Es una buena idea llevar de vez en cuando a un pasajero que no viaja contigo a menudo a dar una vuelta, tal vez él note algún ruido inusual al que te hayas acostumbrado.

7. Silbido

Un chillido agudo o un silbido puede revelar que hay un problema con las mangueras alrededor del motor. Eso podría ser una manguera apagada o una fuga de vacío o una fuga de aire, o podría ser algo con el sistema de correas.

Las fugas pueden afectar el funcionamiento del tablero, el kilometraje y el rendimiento del motor.

8. Rechinamiento

Si oyes un rechinamiento, significa que el metal se está frotando contra otra parte de metal en alguna parte. Querrás que lo revisen inmediatamente. Si está bajo el capó, podría significar un problema con la bomba de agua, un alternador o la correa de transmisión.

9.Golpeteos

El golpeteo del motor significa que el motor está bajo en fluidos. O podría indicar un problema mucho más grave, como un inconveniente con los cojinetes de las barras. En cuyo caso, necesitarás buscar un nuevo motor.

Dicho esto, si te mantienes atento y detectas los problemas a tiempo, puedes ahorrarte mucho dinero. Con un mantenimiento regular, tendrás los pequeños problemas controlados antes de que sean mucho más complejos.

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